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Oye, ¿tú tienes visa?”. Esa era la primera pregunta que telefónicamente les lanzaba a los músicos que quería reclutar para su Grupo Niche. Todos coinciden en que al comienzo les costaba creer que ese hombre de voz ronca que estaba en la línea y decía llamarse Jairo Varela era realmente el artista al que admiraban y con el que soñaban trabajar algún día.
Hace tres años que un infarto acabó con su vida y muchas fueron las especulaciones sobre la muerte de la agrupación, en medio de una batalla legal por los derechos de sus temas y la continuidad de la orquesta entre sus cinco hijos y su última esposa.
Por estos días, cuando cumple 35 años, Niche lanza una nueva producción bajo los arreglos del maestro José Aguirre, que fue amigo, trabajó con Varela y busca mantener el legado y la sonoridad de la más famosa agrupación salsera del país.
Con sus tres vocalistas actuales: Elvis Magno, Yuri Toro y Arnold Moreno, y con dos de sus hijos: Yanila -gerente del grupo- y Juan Miguel -único varón que tuvo Jairo y que se ocupa de la producción- estuvimos en el festival por los 50 años de la salsa en Puerto Rico. En el estadio Paquito Montaner de Ponce compartieron escena con otros íconos de la música rumbera como Tito Nieves, Óscar D’León, Bobby Valentín, Roberto Blades y Richie Ray & Bobby Cruz, quienes fueron justamente los que hace cinco décadas bautizaron como ‘salsa’ a ese ritmo arrebatado que hacía mover los pies, cuando les preguntaron cómo se llamaba ese género y dijeron: “Es como una salsa, que tiene de todo”.
“La bandera colombiana de la salsa”
En su natal Buenaventura llegaron a apodarlo ‘Nuestro sueño’, en referencia al famoso tema del Grupo Niche que Elvis Magno cantaba tan bonito. Lleva seis años con la orquesta, era solista y había lanzado un álbum cuando Jairo Varela lo llamó. “Llegaron a pensar que yo era un cantante muy romántico; sin embargo yo diría que soy versátil y soy más un intérprete de las canciones”. Del maestro, al igual que los demás cantantes, siempre le sorprendió la rigurosidad que exigía para que se escuchara cada palabra con una vocalización exacta. “Con él compartí desde un arroz clavado hasta un partido de fútbol. El maestro sabía de todos los deportes, de basquetbol, de béisbol”. Elvis casi vivía en el estudio, siempre al lado del compositor, y fue allí que se forjó una profunda amistad. “Cuando murió, muchos pensaron que Niche se acabaría; pero por fortuna dejó muy bien plantadas sus directrices, y sus hijos, que hoy están a la cabeza, entendieron el mensaje”.
Para Elvis, uno de los éxitos de Niche es que suena en vivo igual que en sus grabaciones; y que Varela se basó en el folclor pacífico para contar la realidad con un sonido muy colombiano.
El abogado de la música
“Yuri Toro es un muchacho que nació en Quibdó (Chocó), que creció jugando a empujar una llanta de moto con un palito y que andaba descalzo y a veces desnudo por las calles del barrio Niño Jesús”.
Y en esos juegos, a los 15 escuchó una guitarra que tocaba La bamba y se enamoró de su sonido; y así, aunque terminó estudiando derecho, la pasión artística volvió a atraparlo. En su tierra se volvió guitarrista y fundó un grupo de rock, en el que alguna vez le dio por cantar, pues el vocalista había faltado. El maestro César Conto lo oyó, lo invitó a formar parte del Sexteto Sereno y luego pasó a Son del Barrio y a Barak. En su familia, aunque ha escuchado cantar a tías y tíos y dicen que una de sus abuelas era una gran intérprete, Yuri es el único que se dedicó a la música.
“Ahí, estando en el último grupo, me conoció el maestro Varela, me dijo que yo le interesaba”. Dos veces lo llamó, pero sus estudios y ocupaciones se interponían. Fue cuando Yanila tomó las riendas del grupo que Yuri pudo ingresar a Niche.
¿Qué pasó con el derecho?
Me ha servido para vivir la vida, para entender el sistema, para aprender a caminar por este mundo. Creo que todos los bachilleres deberían salir preparados en derecho para no tropezar ni cometer errores. Los códigos fueron cambiados por pentagramas y notas musicales. Ahora mi código civil es el repertorio del Grupo Niche; mi código penal es la Fania All Stars y toda esta cultura que se respira en Puerto Rico, en Cali...
Pero la decisión de dedicarse a la música no fue tan fácil para los suyos:
“Mi mamá casi llora. Cuando estaba en tercer año de la carrera iba a renunciar para dedicarme a la música. Me llamaron todos y terminé por compromiso, y mi gran lección fue que si comienzas algo, debes terminarlo o no lo inicies”.
Para Yuri, Mi hijo y yo es uno de esos temas que en la adolescencia lo marcaron y que ahora que es padre de una niña le llega mucho más. “Nuestro sueño es otra que es una poesía absoluta; pero hay muchos, tantos que no pararía de enumerar los temas del maestro que me emocionan”.
Otro muchacho de Quibdó
Arnold Moreno nació en Quibdó y viene de padres educadores. Su papá era guitarrista por afición y sus otros tres hermanos también salieron cantantes.
En Medellín comenzó su recorrido musical con La Sospecha y con Salsa Libre grabó un tema, Que nadie trate de salvarme, que se oyó en todo el país. Ahí, como cazador de talentos que era, lo llamó Jairo Varela para invitarlo a trabajar en Miami; pero en ese momento no se produjo el encuentro. Fue después, cuando él murió, que Yanila lo llamó para que entrara a la orquesta. Un sueño cumplido, pues ya desde 1994, cuando con sus hermanos cantaba en agrupaciones de Chocó, quedó enamorado del sonido y las letras de Niche tras escuchar Es mejor no despertar y Un alto en el camino.
¿Qué tiene de especial Niche?
La magia. Jairo Varela era un genio, con una gran sensibilidad para escribir. Uno se identifica con sus letras, pues habla de la vida real. En cuanto a sonido, esas trompetas arriba, que siempre me gustaron, trompetas muy brillantes y ese sonido bien cerrado en la percusión.
Hoy, cuando Arnold está en tarima, Anamilé es el tema que más lo hace vibrar: “Siempre me dio en el corazón, porque es una historia verdadera y muy triste. Hay otra que me llega al alma y es Buscaré la forma; esa me mata completamente”.
Yanila, la cabeza del grupo
La hija mayor de Jairo Varela fue quien no solo tuvo que enfrentar los pleitos legales con Damaris de Diego, la última compañera de su padre y con quien no tuvo hijos, sino que además asumió las riendas de la agrupación. Hace varios meses un fallo determinó que el nombre les pertenece a los cinco hijos; sin embargo hace una semana Damaris dijo que apelaría.
“Mi papá tenía un temperamento fuerte, pero en el fondo era muy humano y humilde, nunca se olvidó de dónde vino, muy responsable y para el que no había sueño imposible”.
¿Cuál es el tema que más le llega?
Muchos... Cali pachanguero, Una aventura, Un alto en el camino... Sus letras tienen tantos significados y mueven a tanta gente que cada una es un aprendizaje.
¿Y el que le compuso?
Cuando yo era adolescente compuso Anamilé, a mis 15 años, como un consejo de padre a hija, para que no me ocurriera esa situación. Siempre tuvimos muy buena relación y me enseñó a separar el trabajo de la familiaridad.
Muchos dijeron que se acababa el grupo... Y
Eso fue lo que me ayudó a sacar fuerzas y decir “esta es mi responsabilidad”; seguir luchando por el sueño de él. Fue muy difícil porque no había manera de tomar tiempo sino de tomar mejores decisiones. Creo que donde quiera que esté, se sentirá orgulloso no solo de mí, sino también de mis hermanos, pues todos han hecho su parte.
¿Cómo conservar el sonido si el maestro ya no está?
Es la parte más delicada, porque no queremos que se pierda su esencia, la sonoridad, sus colores. Tenemos a la persona que se encarga de eso y hacemos lo que le gustaba, que las canciones suenen como en los discos.
Pero el compositor era el maestro... Él
dejó muchas letras y busqué a José Aguirre, que trabajó en muchas producciones con mi papá. Ahora, en estos 35 años y con el nuevo disco, seguiremos viajando, llevando la bandera y el nombre de Colombia y la salsa de Niche por el mundo.
“hay niche para rato”
Juan Miguel es el único hombre de los cinco hijos que tuvo Jairo Varela. Hoy se ocupa de la producción del grupo y viaja a todos los conciertos y giras. Sin ocultar su nostalgia, la ausencia del padre se siente mucho más ahora, cuando piensa que le faltaron cosas por decir.
“Cuando uno tiene las cosas, como que no las aprovecha al máximo. Es un ícono de todas las formas y en este momento es que me doy cuenta de lo importante que es tener un papá como él”.
Terminar lo que empieza y no hacer nada a medias son solo algunos de los consejos que se le quedaron grabados.
¿Hay un sonido distinto hoy?
Para nosotros es visual, porque la música no se toca. Hay mucha que dejo y todavía falta por explotar. En estos tres años hemos trabajado muy duro, no tomamos decisiones a la loca y por eso podemos decir que hay Niche para rato.
¿Cuáles son los temas que más lo mueven?
Mi pueblo natal, Mi hijo y yo; mi ícono es Cali pachanguero. Es increíble que la gente lo canta en cualquier parte del mundo donde nos presentamos; por eso siempre cerramos el show con ese tema.
Última actualización en Domingo, 11 Diciembre 2016 17:29
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Con 95 años de edad, el percusionista cubano Cándido Camero se ha despedido de forma “oficial” de los escenarios.
Camero aseguró que seguirá tocando sus tres congas “hasta que Dios diga hasta aquí”, reporta EFE.
“Es mi gran pasión”, dijo Camero, quien ha subido a los escenarios del mundo con figuras de diversos géneros musicales que, como él, han hecho historia en la música: Charlie Parker, Miles Davis, Dizzy Gillespie, Tito Puente, La Lupe, Celia Cruz, Duke Ellington, su gran amigo Tony Bennett, Dinah Washington, Gloria Estefan o Billie Holiday, son solo algunas de esas estrellas cuyos nombres y fechas recuerda con mucha precisión.
De Holiday recuerda que era “muy humilde, muy sociable, respetuosa, todo el mundo la quería” y lamenta que no haya podido terminar su carrera “como debía haber sido”.
Considerado el padre de la percusión moderna, que introdujo el uso de las tres congas o tumbadoras, que llevó al jazz, atesora esas ocho décadas en las que compartió con diversas estrellas, momentos que ha recopilado en un álbum de fotos que mostró a EFE, en las que está con figuras Holiday, el director de orquesta Xavier Cugat, Elvis Presley o los actores John Wayne y Marlon Brando, entre otros.
Pero que lo que guarda con más cariño son los recuerdos de sus inicios en Cuba. “Nací un viernes 22 de abril de 1921 en La Habana, Cuba, en el barrio del Cerro”, dijo para agregar que “tenía cuatro años y quería ser músico”.
Camero, un hombre alto, sencillo, de sonrisa fácil, siempre elegante y manos suaves, pese a sus años dedicado a la percusión, también aprendió con su padre a tocar el tres y con su abuelo el bajo, instrumento con el que debutó profesionalmente a los 14 años.
“Mi padre solo me dejaba poner pantalones largos los fines de semana (para las presentaciones). El resto de la semana tenía que ser cortos porque él decía que no tenía 21 años todavía”, dijo entre risas al recordar ese momento. Las congas las comenzó a tocar en la década del 40 con orquestas de jazz en su país.
El 4 de julio de 1946 marcó su llegada a Nueva York, para acompañar la presentación de los bailarines Carmen y Rolando en el Club Habana Madrid, “donde las estrellas del show eran Dean Martin y Jerry Lewis”, destacó.
Poco después comenzó a tocar con el pianista Billy Taylor, con el primero que grabó un disco, y otros músicos del jazz.
“La idea de las tres congas me surgió de la orquesta sinfónica porque siempre me fijaba en el timpanista (timbal) que tocaba tres timpani. Desde entonces hasta ahora me ha dado resultado y me gusta porque nadie espera oír melodías en tres congas”, afirma.
“La conga está supuesto a ser un instrumento rítmico acompañante pero no solista”, dijo el recipiente en 2009 del Jazz Master Award, que concede la National Endowment for the Arts, y a quien la Academia Latina de la Grabación también rindió tributo ese año.
Aseguró estar orgulloso de las nuevas generaciones de percusionistas “porque la tradición de las tres congas continúa”.
Como muchos otros cubanos que se establecieron en Nueva York vivió el encuentro de la música afrocubana y el jazz y de la amistad entre músicos de ambos países, que siempre estuvieron abiertos a aprender nuevas formas y estilos.
Última actualización en Domingo, 11 Diciembre 2016 17:03
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uego del excepcional desempeño en el velatorio de su gran amigo Juan Gabriel, la cantante boricua La India comentó que fue muy difícil estar en ese escenario viendo las cenizas del mexicano.
La cantante puertorriqueña La India confesó que cuando conoció a Juan Gabriel se enamoró de él.
“Él me escuchó y se enamoró de mi voz. Se molestaba si él veía que la disquera no gastaba dinero en mí”, contó la artista en una entrevista con Adamari López en el programa Un nuevo día.
La cantante, que interpreta “Costumbres” del fallecido ídolo mexicano en versión salsa, recibió el apoyo de su amigo. “Él sacó de su dinero, sacó de su tiempo para hacerme feliz, para respetarme, para valorarme”, expresó.
“¿Durmieron juntos alguna vez tú y Juan Gabriel?”, preguntó López. “Pues por supuesto”, respondió la salsera risueña, al tiempo que confesó que el Divo de Juárez le había pedido a ella que fuera la madre de su hijo.
Ante la reacción de sorpresa de López, la India añadió: “Teníamos un romance”, aunque no dio más detalles al respecto.
La India le rinde tributo en su disco Intensamente Juan Gabriel. Según contó, él se despidió para siempre la noche que filmaron el video musical de “Me voy a acostumbrar”.
“Jamás pensé que iba a ser la última vez que lo fuera a ver. Me miró los ojos, me agarró la mano y me dijo: ‘Indita, hasta siempre, hasta siempre mi negra’ y yo no lo entendí. El nunca me decía así. Era la manera de decirme: ‘Me voy, mi negra me voy, no queda mucho'”, recordó.
Última actualización en Domingo, 11 Diciembre 2016 17:44
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El ídolo de la salsa, Issac Delgado, ha renovado su presencia en la escena musical con un sensacional disco titulado “Made in Habana”, que contiene exquisitas colaboraciones con Los Van Van, Willie García, Alexander Abreu, Ricardo Leyva y Sur Caribe, Descemer Bueno, entre otras estrellas.
La producción, que fue grabada entre Cuba y Estados Unidos, amplia una influyente discografía que le ha permitido ganar seis GRAMMY® y entregar exitosas presentaciones en escenarios como el Central Park Summerstage y el Madison Square Garden de New York; el Wolf Trap Jazz and Blues en Washington, D.C.; el North Sea Jazz Festival de Holanda, y en los festivales más importantes de Canadá, entre muchos otros.
Precisamente, con este inigualable disco, bajo el brazo se activa en los más importantes escenarios de Estados Unidos. Después de tres años de ausencia regresa a Miami para ofrecer un concierto en el escenario de Miccosukee Resort & Gaming, el próximo sábado 17 de diciembre.
Delgado es uno de los músicos más relevantes de las últimas décadas con exitosos discos y numerosas giras por Europa, Asia, África, América Latina y Estados Unidos, donde ha conquistado a un público que lo reconoce como uno de los cultores más representativos de la trayectoria musical cubana.
“Issac Delgado, finalmente, presenta su primer disco desde su regreso a Cuba. Definitivamente se trata de un disco muy bueno, seguramente mejor que los discos hechos durante su estancia en Estados Unidos; Issac entendió muy bien que tenía que regresar a Cuba y este disco es el resultado. Hay algunos temas que están hechos para el mercado internacional como ‘Tengo Miedo’ (con Willie García) y ‘Todo mata’, pero adentro siempre tiene un buen ‘tin’ de cubanía. Excelente, ‘Va a caer’ con Los Van Van y muy buenos los temas con Alexander Abreu y Descemer Bueno”, publicó “Del Son a la Timba”, una página especializada en música tropical.
Las demás piezas que redondean esta producción discográfica son “Caminando” (feat. Sur Caribe), “Esto es Timba Cubana”, “Removiendo el Piso”, “Son tus Ojos”, “La vida es Buena” (feat. Descemer Bueno), “La Mujer De Mi Vida”, “Requetebien” y “El Comentario” (feat. Alexander Abreu).
El artista, de 54 años, es un referente de la salsa dura de los 90, quien regresó a Cuba hace varios años, luego de establecer residencia en Estados Unidos en 2006.
El nombre de Issac Delgado cobró popularidad entre los cubanos a finales de los 80 como vocalista de la popular agrupación NG La Banda, dirigida por el flautista y compositor José Luis Cortés con la que grabó temas como “Necesito una amiga”. Tras fundar su propio grupo en 1991, comienza a alcanzar mayor éxito con una brillante discografía que se destaca con títulos como “Dando la Hora” (1991), “Con Ganas” (1993), “Chévere de la Salsa/El caballero del Son” (1994), “El Año Que Viene” (1995), “Exclusivo Para Cuba/Otra Idea” (1997), “Desde Europa Con Sabor” -La Primera Noche- (1998), “Los Grandes Éxitos de Isaac Delgado/Malecón” (2000), “La Fórmula” (2001), “Versos en el Cielo” (2002), “Prohibido” (2005), “En Primera Plana” (2007), “Así soy” (2008), “L-O-V-E” (2010) y “Supercubano” (2011), entre otros. (NP F&F Media Corp)
Última actualización en Domingo, 11 Diciembre 2016 16:51
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Salsa es el término comercial usado desde finales de los años 1960 para definir un género musical hispano, resultante de la síntesis del son cubano y otros géneros de música caribeña, con el jazz y otros rítmos estadounidenses. La salsa tiene variedades puertorriqueña, venezolana, dominica
na, colombiana y de otros países de América Latina. De esta síntesis nació también el jazz afrocubano y el jazz latino, que tiene influencias de otros países también. La salsa fue desarrollada por músicos de origen caribeño (cubanos y portorriqueños) en el Gran Caribe y la ciudad de Nueva York. La salsa abarca varios estilos como la salsa dura, la salsa romántica y la timba.
ESENCIA
El director cubano Machito afirmó que la salsa era lo que él había tocado durante cuarenta años (entre 1930 y 1970 aproximadamente) antes de que el género musical se denominara así.2 Por otro lado, el músico neoyorquino de ascendencia puertorriqueña, Tito Puente, negaba la existencia de la salsa como género en sí, afirmando que «lo que llaman salsa es lo que he tocado desde hace muchísimos años: se llama mambo, guaracha, chachachá, guaguancó, todo es música cubana».
El músico Eduardo Morales define la salsa como «un nuevo giro de los ritmos tradicionales al son de la música cubana y la voz cultural de una nueva generación», «una representación de la identidad cubana e hispana en Nueva York
No obstante, algunos autores señalan como un elemento fundamental en el surgimiento de la salsa el papel de los músicos puertorriqueños y su cultura, tanto en la isla de Puerto Rico como en su diáspora neoyorquina. En ese sentido, se señala el peso específico de los puertorriqueños en New York que, aunque minoría, eran numéricamente muy superiores a cualquier asentamiento latinoamericano.
También se aduce que el corte en el intercambio cultural entre puertorriqueños y Estados Unidos en la escena musical latina de New York
CARACTERÍSTICAS MUSICALES
La salsa presenta las siguientes características:
Amén de la percusión, la instrumentación se completa con piano, contrabajo (en muchos casos bajo eléctrico), trompetas, saxofón, trombónes, flauta y violín. La influencia del jazz afrocubano viene determinada por el arreglo aunque no es una condición imprescindible en la salsa.
RITMO
La célula rítmica más representativa de la salsa se llama «clave de son» que tradicionalmente es interpretada por las claves.
Los bailadores y músicos de salsa agrupan el patrón en dos partes:
A) Una parte de 3 toques de clave donde se presenta un contrarritmo intermedio.
B) Una parte de 2 toques de clave 2 sin contrarritmo.
Los números representan las negras, el signo más [+] representa el golpe de las claves, y el punto [.] representa a cada corchea.
"clave de son 3-2"
1 . 2 . 3 . 4 . 1 . 2 . 3 . 4 . + . . + . . + . . . + . + . . .
"clave de son 2-3"
1 . 2 . 3 . 4 . 1 . 2 . 3 . 4 . . . + . + . . . + . . + . . + .
Existe otro patrón rítmico similar que es utilizado raramente en la salsa, y proviene del complejo de la rumba cubana. Este patrón presenta 2 contrarritmos en una de sus partes.
"clave de rumba 3-2"
1 . 2 . 3 . 4 . 1 . 2 . 3 . 4 . + . . + . . . + . . + . + . . .
"clave e rumba 2-3"
1 . 2 . 3 . 4 . 1 . 2 . 3 . 4 . . . + . + . . . + . . + . . . +
La clave no siempre se toca directamente, pero forma la base de otros instrumentos de percusión, así como también de la canción y el acompañamiento, que lo usan como ritmo común para sus propias frases . Por ejemplo, este es el ritmo común de la campana con clave 2-3:
. . + . + . . . + . . + . . . + clave 2-3 + . * . + . * * + . * * + . * * campana coincidente con el 2 de clave
El signo más [+] representa un golpe grave de la campana.
El asterisco [*] representa un golpe agudo de la campana.
EL TERMINO SALSA
En 1933, el músico cubano Ignacio Piñeiro utilizó por primera vez un término relacionado, en un son cubano titulado «Échale salsita».
A mediados de los años cuarenta, el cubano Cheo Marquetti emigró a México. De regreso en Cuba, con influencia de las salsas picantes de comida, le dio ese nombre a su agrupación Conjunto Los Salseros, con quienes grabó un par de discos para las disqueras Panart y Egrem. En 1957 viajó a Caracas (Venezuela) por motivo de varios conciertos en esa ciudad y fue en Venezuela donde se comenzó a emitir en la radio la palabra «salsa» a la música que hacían los soneros cubanos dentro y fuera de la isla designándolos como «salseros».[cita requerida]
La autora de música Sue Steward afirma[cita requerida] que la palabra fue originalmente usada en la música como un «llanto de apreciación para un picante particular o un solorápido», viniendo a describir un género de música específico de la mitad de los años setenta «cuando un grupo de músicos “latinos” (latinoamericanos) de Nueva York, comenzó a examinar los arreglos de las grandes bandas clásicas populares desde la era del mambo de los años cuarenta y cincuenta». Ella menciona que la primera persona que usó el término «salsa» para referirse a este género musical en 1968 fue un disc-jockey de radio venezolano de nombre Phidias Danilo Escalona, quien emitía un programa radial matutino llamado La hora de la salsa en el que se difundía la música latina producida en Nueva York como una respuesta al bombardeo de la música rock en aquellos días (la beatlemanía).5
Según esta versión, Phidias Danilo Escalona le preguntó a Richie Ray:
―¿Qué es lo que ustedes tocan?
―Esto que nosotros hacemos lo hacemos con sabor, es como el ketchup, que le da sabor a la comida.
―¿Qué es eso de ketchup?!
―Bueno, eso es una salsa que se utiliza en los Estados Unidos para darle sabor a la hamburguesa.
―¡Ah...! Entonces, ¿lo que ustedes tocan es salsa? Pues, damas y caballeros, vamos a escuchar ahora la salsa de Ricardo Ray y Bobby Cruz.
Bobby Cruz llamó a Pancho Cristal para bautizar con el término «salsa» el nuevo LP que estaba lanzándose al mercado, Los Durísimos (1968). Esta versión es apoyada por cantantes de salsa como Rubén Blades, Tite Curet Alonso y otros.[cita requerida]
Era la hora del almuerzo, del aderezo, del sabor, y por supuesto, del son cubano, el guaguancó, la guaracha y el montuno.5
Ed Morales también menciona la palabra como usada para animar una banda al incremento del tempo y que «pone a los bailarines en una parte alta» para agradecer un momento musical, [y] expresar un tipo de nacionalismo cultural, proclamando el calor y sabor de la cultura latina». También menciona a Johnny Pacheco, que realizó un álbum llamado Salsa na’ má, que Morales tradujo como «solo necesitas un poquito de salsa o condimento».
La palabra salsa para designar la música hecha por los «latinos» en Estados Unidos, comenzó a usarse en las calles de Nueva York a finales de los años sesenta y principios de los setenta. Por esta época, el pop latino no era una fuerza importante en la música que se escuchaba en Estados Unidos al perder terreno frente al doo wop, al R&B y al rock and roll. El surgimiento de la salsa abre un nuevo capítulo de la música latina en la música popular estadounidense donde jugó un papel de primer orden la orquesta Fania All-Stars, dirigida por el dominicano Johnny Pacheco quien ―junto al desaparecido abogado Jerry Masucci― fundaron el importante sello salsero Fania Records.
HISTORIA Y EXPANSION
Durante los años treinta, cuarenta y cincuenta, la música afrocubana era consumida ampliamente por los sectores de origen «latino» (‘latinoamericano’) en la ciudad de Nueva York. Los cubanos en Nueva York, los puertorriqueños y otros músicos de otros países, fundamentan su música en gran medida en los elementos de origen afrocubano.
Según algunos músicos e historiadores,[¿quién?] salsa es un nombre comercial dado a toda la música cubana en los años setenta. La salsa se expandió a fines de los años setenta y durante los ochenta y noventa. Nuevos instrumentos, nuevos métodos y formas musicales (como canciones de Brasil) fueron adaptados a la salsa. Nuevos estilos aparecieron como las canciones de amor de la salsa romántica. Mientras tanto la salsa se convirtió en parte importante de la escena musical de Cuba, Puerto Rico, Colombia, República Dominicana, Venezuela, Panamá y lugares tan lejanos como Japón. Con la llegada del siglo XXI, la salsa se ha convertido en una de las formas más importantes de la música popular en el mundo.
La integración de las tumbadoras y el bongo en los conjuntos que tocaban son montuno fue un elemento fundamental en la instrumentación de orquestas de baile.
A fines de los años veinte, los sextetos y septetos de son, que usaban bongó, alcanzaron en Cuba una notable popularidad. En 1928, Gerardo Machado con la intención de reducir la influencia de los elementos africanos en la música cubana, prohibió el uso del bongó, las congas y las comparsas de carnaval. Esto provocó que las orquestas de charangas con el uso timbales) incrementaran su popularidad.6 El bongó fue reintroducido en la música popular cubana a finales de los años treinta.[cita requerida]
Cerca de 1940, el Conjunto Llave (de Rafael Ortiz) introdujo las tumbadoras o congas en una orquesta,[cita requerida] instrumentos que anteriormente solo se usaban en música folclórica afrocubana. Arsenio Rodríguez popularizó el uso de las congas al integrarlas a su conjunto, introduciendo el son montuno a nivel comercial.7
En los años cuarenta, Mario Bauza, director y arreglista de la orquesta de Machito «Los Afro-Cubans», agregó trombones al son montuno y la guaracha. Estas innovaciones influenciaron a músicos como José Curbelo, Benny More, Bebo Valdés.[cita requerida] En el álbum Tanga (de 1943), Bauza fusionó elementos de la música afrocubana con el jazz.
La influencia del jazz afrocubano y del mambo desarrollado por Pérez Prado en 1948, propició la introducción del saxofón en las orquestas de son montuno y guaracha. En 1955, Enrique Jorrín le agregó trompetasa las orquestas de charanga, que hasta ese momento solo usaban violín y flauta.[cita requerida]
Ya para los años cincuenta, la música bailable cubana, es decir el son montuno, el mambo, la rumba y el chachachá, se constituyó en un elemento de gran popularidad en los Estados Unidos y Europa.5
En la ciudad de Nueva York, el «sonido cubano» de las bandas se fundamentó en los aportes de músicos cubanos, puertoriqueños y dominicanos. Como ejemplo, podemos mencionar a Machito, Tito Rodríguez, Johnny Pacheco, Tito Puente o incluso figuras como el director catalán Xavier Cugat. Por otro lado, y ya fuera del círculo de Nueva York, grupos como la Orquesta Aragón, la Sonora Matancera y Dámaso Pérez Prado y su mambo lograron una importante proyección a nivel internacional.5
El mambo fue influenciado por el jazz afrocubano y el son. Las grandes bandas de este género mantuvieron viva la popularidad de la larga tradición del jazz dentro de la música latina, mientras los maestros originales del jazz se circunscribieron a los exclusivos espacios de la era del bebop.8
La música latina interpretada en Nueva York desde 1960 fue liderada por músicos como Ray Barretto y Eddie Palmieri, los cuales estaban fuertemente influenciados por ritmos cubanos importados como la pachanga y el chachachá. Después de la crisis de los misiles en 1962, el contacto cubano-estadounidense decayó profundamente.8
En 1969 Juan Formell introdujo el bajo eléctrico en los conjuntos soneros de Cuba.9
El cuatro puertorriqueño fue introducido por Yomo Toro en la orquesta de Willie Colón[cita requerida] en 1971 y el piano eléctrico en los años setenta por Larry Harlow.[cita requerida]
En los años setenta se incrementó la influencia puertorriqueña en el ámbito de la música latina en Nueva York y los «nuyoricans» pasaron a ser una referencia fundamental. La palabra salsa para designar la música hecha por los «latinos» en Estados Unidos, comenzó a usarse en las calles de Nueva York a finales de los años sesenta y principios de los setenta. Por esta época, el pop latino no era una fuerza importante en la música que se escuchaba en Estados Unidos, habiendo perdido terreno frente al doo wop, al R&B y al rock and roll. En ese contexto, el surgimiento de la salsa abrió un nuevo capítulo de la música latina, especialmente en los Estados Unidos.
La historia de la salsa, en la que participaron gran cantidad de músicos, puede rastrearse en cierta medida en la trayectoria de algunas importantes compañías discográficas. En los años setenta Fiesta Récord, Manhattan Recording Company, y en especial Fania Records, lanzaron al estrellato una gran cantidad de «salseros» desde Nueva York, realizando giras y conciertos por todo el mundo.
La compañía Fania Records fue fundada en marzo de 1964 por el abogado y empresario Jerry Masucci y el flautista dominicano y director de orquesta Johnny Pacheco. Fania comenzó con Larry Harlow y la producción El Malo de Willie Colón y Héctor Lavoe en 1967.
Fania Records le dio el espaldarazo definitivo al género al grabar y distribuir los discos de la gran mayoría de las estrellas salseras de los años setenta. Dentro de esta empresa se formó la agrupación Fania All Stars, orquesta que agrupó una gran cantidad de músicos y cantantes de salsa como: Ray Barretto, Willie Colón, Johnny Pacheco, Rubén Blades, Héctor Lavoe, Ismael Miranda, Cheo Feliciano, Bobby Cruz, y artistas invitados como Tito Puente, Celia Cruz, y Eddie Palmieri.
La dotación instrumental de Fania All Stars representó los nuevos giros de la música caribeña en los años setenta. Además del piano y bajo, la presencia de instrumentos de percusión como timba, tumba y bongó que eran extensamente utilizados por las orquestas de Puerto Rico y Nueva York desde los años cuarenta. La sección de instrumentos de viento estaba constituida por tres trompetas y tres trombones, dotación bastante extraña en la tradición musical caribeña y que perfilaría el sonido particular de la Salsa hasta nuestros días. La ausencia del saxofón era notable, pues en ese momento pertenecía a conceptos musicales del pasado y a la fastuosidad de las Big Band. La sustitución del saxofón por el trombón permitía diferenciar, en algo, el sonido de la salsa del sonido cubano tradicional. Por último, se destaca la presencia del Cuatro puertorriqueño ejecutado por el músico Yomo Toro incorporado a la agrupación para traer al ámbito musical urbano la guitarra de las zonas rurales caribeñas (tanto el Tres cubano como el Cuatro puertorriqueño). El Cuatro puertorriqueño adquiría jerarquía de solista y de instrumento bandera en la Fania All Stars a la vez que se establecen las diferencias instrumentales y sonoras con la música cubana
En el año 1969, El Gran Combo de Puerto Rico grabó «Falsaria». Este tema, inicialmente un bolero, se interpretó como salsa. También la orquesta de Willie Colón con Héctor Lavoe como vocalista, grabó «Che che cole» y otros temas importantes.En 1965 Joe Cuba Sextet, con el cantante Cheo Feliciano, grabaron el tema «El pito (I'll never go back to Georgia)» y el mismo año el dúo compuesto por Richie Ray y Bobby Cruz grabó el tema «Comején».
En 1971, Eddie Palmieri grabó el tema «Vámonos pa’l monte» y Cheo Feliciano, como solista, grabó «Anacaona».
En 1972 Fruko y sus Tesos, en Colombia, grabaron «A la memoria del muerto».
En 1973 Raphy Leavitt con la Orquesta La Selecta grabaron «Jíbaro soy». A su vez, en Perú se graba el tema «Llegó la banda» de Enrique Lynch y su conjunto, la misma que año más tarde sería popularizada por Hector Lavoe
En 1974 Celia Cruz y Johnny Pacheco grabaron «Quimbara» y la versión salsa del tema peruano «Toro Mata», e Ismael Rivera hizo lo propio con «El nazareno». Por otro lado, el festival de la Fania All Star realizado en Zaire ese mismo año fue un evento a destacar en la difusión de la salsa.
En 1975, la Dimensión Latina, de Venezuela, con Oscar de León como vocalista, grabó «Llorarás», Fruko y sus Tesos grabaron «El preso», y El Gran Combo de Puerto Rico, «Un verano en Nueva York». Héctor Lavoe inició su carrera como solista con el tema «Periódico de ayer».
En 1978 La Sonora Matancera grabó «Mala mujer». Así mismo, el dúo conformado por Willie Colón y Rubén Blades publicó el disco Siembra, que contenía temas emblemáticos de la salsa como «Pedro Navaja» y «Plástico».
En 1980 Henry Fiol lanzó sus temas «Oriente» y «La juma de ayer».
Desde Nueva York la salsa se expandió primero en América Latina (sobre todo en países como Cuba, Colombia, Panamá, República Dominicana, Venezuela y obviamente Puerto Rico. En los años ochenta alcanzó una importante difusión en Europa y en el Japón.
Miami se convirtió en una especia de «segunda metrópoli» para la música cubana, dado el peso específico de la gran cantidad de inmigrantes cubanos. La comunidad cubana se constituyó en un referente )importante en la vida de la ciudad de Miami, contrario a lo que pasó en Nueva York, donde primó la influencia boricua.
Durante los años ochenta la salsa se expandió a Europa y Japón. En este país surgió la Orquesta de la Luz, que alcanzó popularidad en América Latina.
A fines de esta década surgió la llamada «salsa romántica», estilo que se hizo popular en Nueva York, caracterizado por melodías lentas y letras de corte romántico es decir, un concepto similar a la lírica de la balada pero en ritmo de salsa. Esta nueva manifestación de la salsa pronto fue asimilada por artistas boricuas como Frankie Ruiz, Eddie Santiago, Paquito Guzmán, Marc Anthony, Willie González, Cano Estremera; cubanos como Dan Den, Rey Ruiz, Issac Delgado, e incluso nicaragüenses como Luis Enrique.
La salsa en Colombia, en los años 1970, está vinculada a grupos como Fruko y sus Tesos a través de la empresa Discos Fuentes de Colombia y el grupo The Latin Brothers. En 1988, la empresa discográfica Discos Musart publicó la serie de LP Salsa Colección Estelar lo que provocó un incremento de popularidad y la llevó a competir con la cumbia.
En los ochenta aparecieron grupos como Los Titanes, Grupo Niche, Orquesta Guayacán, Joe Arroyo. También en los ochenta, el cubano Roberto Torres y el colombiano Humberto Corredor desarrollaron en Miamiel concepto de charanga-vallenata.
Desde finales de los años cuarenta y principio de los cincuenta, las orquestas de "música bailable tropical" como la de Alfonso Larrain (1947), la Sonora Caracas (1948) o la del maestro Billo Frómeta, la Billo's Caracas Boys (1951) o Los Melódicos (1958), combinaron en sus repertorios cumbias, merengues y otros ritmos antillanos con géneros cubanos. Esto determinó el surgimiento de un movimiento que influenció posteriormente a la salsa venezolana.
En ese tenor, se puede hablar de artistas como Canelita Medina, Federico y su Combo Latino, Los Dementes o el grupo del músico Carlos Emilio Landaeta, conocido como "Pan con queso" del Sonero Clásico del Caribe.
La salsa en Venezuela contó con agrupaciones como la Sonora Maracaibo, el Grupo Mango o Dimensión Latina, de donde salieron figuras como Oscar D'León. También músicos como Nelson Pueblo agregaron influencias de música llanera a la salsa nativa.
La salsa registró un crecimiento regular entre los años setenta y 2000 y ahora es popular en muchos países latinoamericanos y algunos espacios del mercado estadounidense. Entre los cantantes y grupos destacados en los años noventa encontramos a figuras como Rey Ruiz, Luis Enrique, Jerry Rivera, Dan Den, Marc Anthony, La India, La Sonora Matancera, DLG, Gilberto Santa Rosa, Víctor Manuelle, Michael Stuart, Celia Cruz, Maelo Ruiz.
Las más recientes innovaciones en este género incluyen la mezcla de rap o reggaetón con la salsa dura.
La salsa es uno de los géneros de música «latina» que ha influenciado la música del oeste africano. Un ejemplo de esta influencia es el grupo sonero Africando en el que músicos neoyorquinos trabajan con cantantes africanos tales como Salif Keita e Ismael Lo.
A partir de los años ochenta, las orquestas de salsa fueron dejando los sonidos fuertes y las "descargas" para entrar en un sonido más cadencioso y melódico, acompañada de letras con abundantes referencias al amor y a las relaciones sexuales como motivo principal y, en algunos casos, excluyente. Esta música fue denominada «salsa erótica» y tuvo como máximos exponentes a [Eddie Santiago]], Frankie Ruiz, Rey Ruiz, Willie González y Luis Enrique.
La categorización de la salsa erótica trajo como consecuencia que se denominara al género anterior como «salsa dura», que sufrió una baja de producción y de popularidad a la par que el nuevo género se consolidó
cabe destacar que en estas opiniones y texto sobre la salsa existen cualquier cantidad de cantantes que hoy en dia siguen activos con la misma y exiten infinidades de grabaciones hechas por ellos u orquestas que no se dieron a conocer y hay es donde entra el trabajo del melomano o djs EN DIFERENTES PARTES DE LATINO AMERICA
Última actualización en Domingo, 11 Diciembre 2016 17:55
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